¡¡ BIENVENIDO-A AL BLOG DE LA UJCE-RT !!

Entre los años 1975 y 1978 coincidimos en Jerez y en Juventudes Comunistas un numeroso grupo de gente. Nos hemos buscado durante meses. Entre ex militantes y simpatizantes de entonces, más algunos grupos de camaradas de ciudades cercanas llegamos a formar una lista de casi noventa personas, de las que cincuenta nos hemos reunido el Sábado 27 de septiembre de 2008... Así empezaba nuestro blog, pero ahora eso ya es historia...

lunes, 29 de septiembre de 2008

POR FIN NOS REENCONTRAMOS

Gracias a todos por venir, por participar, por disfrutar, por ser tan buenos amigos. He descargado una parte de las afotos. Por no faltar, no faltó ni Spiderman

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domingo, 28 de septiembre de 2008

La palabra encantada


Casi año y medio después de aquel encuentro fugaz en la manifestación contra los despidos de Delphi, de aquel instante en que se fraguó la idea de acometer este encuentro, lo hemos celebrado ayer sábado 27 de septiembre.

Hasta este momento todo nuestro proyecto se había resumido en palabras: historias contadas y escritas, correos electrónicos, mensajes a móviles, llamadas de teléfono…

Pero ayer las palabras se veían y se tocaban. Tan pronto como pasábamos el umbral de la puerta, se transmutaban y tomaban cuerpo. Asistíamos a la alquimia de la palabra encarnada en la sustancia soñada: la materia amiga, presente, palpada y hundida una y otra vez en las mejillas y en el pecho.

Como los años de nuestra juventud rescatada, todo ha transcurrido en una breve pero intensa fracción de tiempo. El tiempo que el Cristóbal evocó como nuestro tesoro más buscado, hecho materia en las palabras, en la mirada expectante y en la risa de todos, en el recuerdo y en la presencia de los ausentes, retenido en un pliegue singular del universo, con la extraordinaria concreción de esos raros cuerpos cuya densidad es incomparablemente mayor que su tamaño.

Os estaré agradecido para siempre, por el privilegio que me habéis concedido de asistir a este prodigio.

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martes, 23 de septiembre de 2008

El sitio

RECORDATORIO: EL ACTO ES EL DIA 27 A LAS 14:30


Será la Bodega-Restaurante Las Cocheras, en la plaza del mismo nombre, en pleno centro histórico. Es complicado llegar muy cerca en coche, porque los accesos son todos calles estrechas y de aparcamiento imposible. No difícil, imposible. Así que a las damas les recomendamos que no se pasen con la altura de los tacones, porque nadie les quita un paseo de diez minutitos, segundo más segundo menos. Para llegar, tenéis aquí mismo un gráfico que os da acceso al Google Map en el que se marca la ruta a pie desde el parking público más cercano. Para mayor aclaración, tened en cuenta las indicaciones siguientes:

Quienes vengáis en coche lo mejor es que os vayáis directamente al parking del Mamelón (el que se marca en el mapa). En los alrededores hay alguna escasa posibilidad de encontrar aparcamiento (todo es zona azul). Quienes vengáis desde Trebujena, una vez pasado "El Punto" continuad sin torcer por Avenidas de Trebujena y de la Serrana, y accedéis al centro por calle Asta, Barreras, Plaza Santiago, Ancha y Porvera, hasta el párking. Quienes vengáis desde Sanlúcar, Conil, El Puerto o Cádiz, entráis por el cruce de Cuatro Caminos, tercera salida de la rotonda (cuarta quien venga de Sanlúcar) y subida por Cuesta de la Chaparra, Puerta de Rota y Ronda del Caracol, calle Muro, Plaza Santiago, Ancha y Porvera. Quienes vengáis desde Jerez os buscáis la vida. La secuencia de fotos (pínchala para ampliarla) se corresponde con el último tramo a pie hasta el local: 1.- Calle Puerta Nueva (entrando desde la calle Porvera), con la calle Chancillería al fondo. 2.- Calle Chancillería (a la altura de la sede de la Asociación de Belenistas). 3.- La Asociación de Belenistas (esquina Chancillería-calle Cocheras; aquí es probable que os encontréis algún cartelito para confirmaros que vais bien). 4.- Plaza y calle Cocheras (desde el lado opuesto a la entrada por Chancillería). Y 5.- Puerta del restaurante en Plaza Cocheras. Si con todo esto no llegáis (y además se os olvida el móvil), habrá que concluir que ni las mejores artes de la Asociación para la Prevención del Alzheimer Rojo pueden ya serviros de gran cosa. Tratad de buscar un policía local (son esos muchachos de uniforme azul, con gorra o casco ajedrezado) y que os escolte de vuelta a casita.

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Como llegar (a pie) desde el parking de Cristina-El Mamelón


Ver mapa más grande

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sábado, 20 de septiembre de 2008

Información del Politburó

Se ha apuntado ya 40 asistentes, así que habrá que comprar otras dos latas de caballa y otras dos litronas !-) :-)))

Tranquilos camaradas, habrá pan de sobra, mortadela con aceitunas, y muchas bolsas de pipas, por lo que nadie -incluida Escarlata O'Hara-, va a pasar hambre.

Bromas aparte, hay una buena respuesta, además de los 40 mencionados, hay unas cuantas y cuantos más que pueden prometer y prometen (como Suárez) que vendrán.

Esta semana hemos quedado para ir preparando cosas y los organizadores empezamos a estar ilusionados por vernos y poco preocupados por que las cosas salgan bien.


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domingo, 14 de septiembre de 2008

Un regalo

Os regalo un un enlace.


http://www.ronesdelmundo.com/b2c/index.php?page=pp_productos.php&tipo=1&md=1&codf=48 Dice Benjamín Prado que la amistad tiene dos requisitos fundamentales: que te abra la mente y que te castigue el hígado. En esta página encontraréis rones para castigar el hígado de media humanidad. Si no queréis registraros, para poder comprar podéis utilizar el siguiente correo, calvillo1957@yahoo.es y la contraseña "ribera". Los datos de la tarjeta de crédito os lo eviaré un dia que este borracho.

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Historias


Esta sección será un pozo de recuerdos. Se trata de llenarlo con cosas que nos ocurrieron, simpáticas o emotivas, historias que formaron nuestra historia. Algunas las iremos volcando el propio Comité Organizador. Otras confiamos que sean el fruto de vuestras propias aportaciones.

Si finalmente conseguimos embaucar a alguna editorial incauta que se anime a publicarnos, nos comprometemos firmemente a compartir las ganancias a tanto por palabra escrita con sentido.

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De la UJCE a la UJCE - RT

Entre los años 1975 y 1978 coincidimos en Jerez y en las Juventudes Comunistas (el nombre oficial completo era Unión de Juventudes Comunistas de España, UJCE) un numeroso grupo de gente que ahora tratamos de reunirnos en esta extraordinaria asamblea local de lo que hemos dado en llamar la Unión de Juventudes Comunistas de España (Reconstituida Temporalmente).

Las Juventudes Comunistas en Jerez ya existían cuando nos incorporamos un puñado de estudiantes de un COU en el Instituto Coloma, curso 75-76, glorioso por empezar como empezó: con la muerte de Franco. Este grupo vino a sumarse al más reducido y compacto que se había formado en torno al primer Comité Local, mayoritariamente formado por lo que luego conocimos como “El Grupo del Polígono”.

A partir de entonces y durante los tres años siguientes, fuimos la organización política juvenil más importante de la ciudad (tampoco es que hubiera muchas), en directa competencia con la Joven Guardia Roja, también con su particular y en gran parte paralela historia.

La mayor parte del núcleo del Instituto habíamos pasado también por grupos cristianos, principalmente la JIC (Juventud Cristiana de los Medios Independientes). Muchos venían de otros centros, sobre todo del Mundo Nuevo. Allí mantuvieron su presencia como antiguos alumnos en un club juvenil, que fue otro de nuestros lugares de encuentro y que nos sirvió de tapadera para algunas reuniones. Al Instituto y a las Juventudes Comunistas del Instituto se sumaba también una partida de trebujeneros que fueron también parte de nuestra historia.

Al año siguiente la Universidad nos dispersó. La UJCE (pronto empezaría a denominarse Juventud Comunista de Andalucía) mantuvo la organización y siguió creciendo al menos durante dos años, con gente de procedencia más diversa, muchos de ellos amigos y hermanos de quienes ya llevábamos año y pico de militancia, al mismo tiempo que empezaban a distanciarse elementos de las dos primeras generaciones. Hubo quién pasó al Partido, hubo quien simplemente se fue.

Después de la legalización del PCE en abril del 77, los contactos con camaradas de otras ciudades de la provincia se hicieron más intensos. Incluso hicimos una Conferencia Provincial en el Colegio El Retiro y enviamos una nutrida delegación al I Congreso celebrado en mayo del 78 en Madrid.

A partir de entonces, la dispersión fue en aumento. Algunos grupos se mantuvieron en estrecho vínculo durante un tiempo, en muchos casos durante años, pero la referencia compartida de las Juventudes Comunistas fue perdiendo peso hasta extinguirse.

Para quienes ahora queremos reencontrarnos, aquellos años de militancia política fueron simultáneamente los del despertar de la democracia en España y los de nuestra primera juventud. Se mezclaban en los mismos días el miedo a la Social y el gozo de las primeras manifestaciones en libertad, los primeros besos y magreos furtivos y los primeros corazones rotos.

Fueron años breves, tres o cuatro de una existencia que casi todos contemplamos desde la atalaya de la cincuentena. Pero fueron años intensos y plagados de emociones intensas en todos los sentidos. Nos sorprenden cuando los recordamos, casi día por día, abrumados por la cantidad y calidad de cosas que nos pasaron y de amigos que forjamos.

Creemos que son razones suficientes para propiciar el encuentro que tratamos de organizar. Y os emplazamos a quienes compartan nuestra misma motivación a encontrarnos el sábado 27 de septiembre en esta asamblea extraordinaria (en todos y en el mejor de los sentidos) de la UJCE – RT.

Hasta entonces, y después si se tercia, quedáis igualmente invitados a participar en la recuperación de nuestra particular memoria histórica.


El Comité Local Provisional. Mayo de 2008.

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Abril 1976: de cómo los pájaros abandonan el nido

En Abril de 1976 la UJCE convocó su 4ª Conferencia en Madrid, a la que yo debía asistir en representación de Andalucía. Ese mismo día la JIC convocaba en Jerez a todos sus militantes, para reflexionar sobre el futuro de la organización. Evidentemente para mí era prioritario la asistencia a la 4ª Conferencia. Ese mismo día por la mañana por razones que aún no llego a comprender, asistí al campo de Manolo Romero, a la siembra de patatas cuyos beneficios irían a las arcas del PCE. Aún en estas fechas no alcanzo a comprender como fui atraído a terreno tan inhóspito para mí como es el campo, ese terreno que siempre he tenido por aquello que abunda al lado de la carretera.

Allí fui provisto de alguna herramienta que no sé como se denominaría, pero que a toda vista era un aparato infernal. Solo empuñarlo, no recuerdo si lo cogí bien a la primera, los camaradas presentes rompieron en una risa incontenida e hicieron comentarios que para ellos serían jocosos, pero que a mí me parecieron de muy mala ostia. Dado el cariz que tomaba el asunto, decidí que mi experiencia campera debía tocar a su fin, y comuniqué a los camaradas que debía partir a una reunión de la que, evidentemente por cuestiones de seguridad, no podía hacerles partícipes de dónde se celebraría ni del contenido de la misma.

Dado que el campo es un lugar que se encuentra fuera de la civilización, primero pedí, incluso rogué, que me se me trasladara a la misma, o sea, al centro de Jerez. Al final de aquella mañana aciaga en que quedó claro que mi vida laboral nunca correría paralela al campesinado, Eloy accedió a trasladarme en su moto. Como sabeis quienes me conocéis, y no seré yo el que lo niegue, soy algo patoso. Ocurrió que uno de mis pies se introdujo ente los radios de la rueda trasera, con las consecuencias que todos podéis imaginar: un dolor intenso que sólo puede testimoniar quien haya pasado por trace similar.

El lamentable estado en que quedó mi pie me impedía el viaje a Madrid. En ese momento no tenía ni idea de que los acontecimientos relatados tendrían un beneficiosa consecuencia para mi persona, pues la citada 4ª Conferencia no tuvo ni la oportunidad de dar comienzo. La Político Social nos esperaba y detenía a todo aquel que llegaba al lugar de la reunión. El aparato de seguridad del PCE, con fundadas sospechas de lo que nos esperaba, pudo desconvocar a la mayoría de los delegados. Pero no a todos. A los detenidos se les aplicó con todo rigor la ley antiterrorista y fueron objeto de torturas y malos tratos.

Madrid sigue en el mismo sitio. Pero los medios de transporte de entonces lo hacían un viaje largo para el lamentable estado en que tenía mi pie. Así que, renqueando, pude asistir a la Asamblea de la JIC, que tuvo lugar en la casa de ejercicios espirituales situada en el Calvario, frente al Zoo. Tras varios días de pajas mentales de tipo político, ideológico e incluso teológico, el Larri, planteó abiertamente el problema: ¿nos impedía la cuestión teológica y nuestras creencias personales, realizar nuestras practicas políticas y sindicales?, dicho más simplemente, ¿necesitábamos de Dios para llevar a cabo dichas actividades? Las respuestas, tanto de los mayores, casi todos militantes del sindicato USO, como de los más jóvenes que ya pertenecíamos a la UJCE, fue un rotundo NO, con algún pequeño matiz.

Con aquello acabó la relación colectiva con la Iglesia Católica, a través de la JIC. En lo personal, cada cual actuó en conciencia.

En aquellos momentos parecía una simple anécdota. Pero más tarde, reflexionando una vez enterado de la caída de los camaradas en Madrid, tomé conciencia del peligro en que nos encontraríamos a partir de entonces, tanto los compañeros de la USO como quienes habíamos optado por la Juventud Comunista, en el trabajo diario que habríamos de realizar. Desde aquel momento nos enfrentaríamos al régimen totalitario aún vigente cara a cara, sin utilizar los subterfugios que hasta aquel momento nos brindaba la Iglesia. Era una señal inequívoca de que algo comenzaba a cambiar y que una época era finiquitada.



PD.- No cito nombres de los que asistimos a lo que a la postre fue nuestra última reunión de la JIC, pues los años pasan, las neuronas dicen que mueren, y no me gustaría que ninguno de los presentes ese día no se viera reflejado por fallo de mi memoria.

Y para poner fin, un agradecimiento a Juan Pino, que muchas veces tuvo que recorrer el camino de su casa a la mía para trasladarme los mensajes que recibía por teléfono, en forma de clave y que el mismo no entendía.

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sábado, 13 de septiembre de 2008

Lugares de nuestra memoria

Como la sección 'Historias' empieza a estar cargada, hemos hecho una separata para volcar relatos singularmente ligados en nuestro recuerdo a distintos lugares. Los textos, como siempre, son fruto de la memoria parcial de quien los ha redactado. Es probable que tengan lagunas y datos inexactos. De manera que quedan abiertos para completarlos o corregirlos con vuestros comentarios.

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El Instituto Coloma


El Coloma fue el lugar donde cuajó el segundo foco fundacional de las Juventudes Comunistas en Jerez, que vino a sumarse a la célula constituida principalmente en torno al Grupo del Polígono.

Durante el emblemático curso 1975-76 coincidimos en el Instituto la mayoría de quienes habíamos pasado casi un año formando parte de pequeños grupos crecidos al amparo de la denominada Juventud Cristiana de los Medios Independientes (JIC). De aquí procedían gente como Juan Pino, el Tecla, el Férrum, el Caro, la Trini, la Carmela… A ellos se añadieron más efectivos: el Gilito (que no venía de la JIC y que ya había ingresado en Juventudes en contacto con el Grupo del Polígono), la Pepa, la Mamen, las trebujeneras Encarna y Toñi la cartera y, tras la cura de burro de su caída con la organización en bloque de la Joven Guardia Roja, el Bernal.

Alrededor de aquel foco, amigos y amigas, algunos de los cuales también llegaron a incorporarse a Juventudes (Eduardo Roldán, Ramón Jiménez, Tere Narbona, Clarines, Chari Muñoz…) y más gente que, aun sin integrarse totalmente (Antonio Liaño, El Guti, El Tacuba…), participaban o estaban relativamente al tanto de muchas de nuestras actividades.

A comienzos de curso se organizó una sección propia de la Junta Democrática, la plataforma que por entonces, bajo el liderazgo del Partido, reunía a la mayor parte de la oposición democrática al franquismo. Después vino la huelga de diciembre, improvisada por un golpe de genio del Gilito en respuesta a la caída en masa de la Joven Guardia Roja. En primavera otra huelga, más organizada, en solidaridad con la de Profesores No Numerarios (los míticos PNNs).

Esta vez tuvimos nuestra propia plataforma reividincativa, votada en asambleas de curso y de delegados de curso (más de la mitad, militantes de Juventudes). Un denso folio (que entre otras cosas reclamaba suprimir la obligación de uniforme para las niñas) expuesto con aplomo, otra vez el Cristóbal, a la mirada severa y torva de Antonio Alvarado en el pasillo del pabellón nuevo, y a la sonrisa cómplice de Laureano Plaza en la sala de profesores donde se asentaban los PNNs huelguistas.

Tuvimos nuestras asambleas multitudinarias y nuestras horas de patio animadas por cánticos a la revolución ¿Alguien se acuerda del Tecla, cantando con su voz tronante Dicen los americanos que Fidel es comunista, y yo le digo a Fidel que me apunta a mí en su lista? Pues aunque nos dejó un poco atónitos le hicimos los coros: Cuba sí, Yanquis no.

Aquella huelga fue quizás la mayor de las movilizaciones lideradas por las Juventudes Comunistas en Jerez y casi su primera salida a la luz pública. Todavía nadie podía hacer ostentación de sus credenciales, pero en el Instituto se hizo patente que había un puñado de jóvenes dispuestos a teñir de rojo sus muros.

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El Bar del Chato


El Bar del Chato fue el lugar de encuentro del Grupo del Polígono, el primer núcleo fundacional de la Juventud Comunista en Jerez. Reposo de guerreros, mentidero y sitio donde más rápido llegaban las noticias importantes, allí se daban cita tanto los mayores del Partido (los hermanos Juan, Pepe y Antonio Pérez, Paco Godino, Juan García, Luis Flores…), como los jóvenes integrados en aquella primera célula (el Moqui, el Catano, el Beri, el Zorro, las “mañas” Fernandi y Rosa, Ginés Carrasco, Juan Pedro, Antonio el Barbas...). Más esporádicamente acudía también más gente del Partido y de Comisiones, sobre todo del campo.

Además de tribuna y observatorio de avatares políticos, había tiempo de cantar acompañados con la guitarra del Zorro. En el Chato probamos muchos la primera hamburguesa, totalmente made in Spain, con pan de barra de Viena y forma rectangular.

Del Bar del Chato partían expediciones para pegar carteles, hacer pintadas o tirar panfletos. Pero también para descubrir territorios tan ignotos como la última discoteca abierta en la ciudad, la venta más barata del entorno o la casa temporalmente vacía de cualquier amigo donde poder echar un rato.

Junto a la acera, como vigías sempiternos y leales compañeros, dos Seat 600, el de Fernandi y el del Moqui, siempre a disposición de los camaradas para lo que hiciese falta, transporte de personas incluido. El Renault 5 de Paco Godino anunciaba la llegada y sigilosa distribución del Mundo Obrero.

Al lado del bar, ya en plena barriada de San Joaquín, se acababa de construir un bloque de viviendas al que habían ido a parar varios militares profesionales del ejército del Aire, entonces acuartelado en La Parra. Eran gente amable que en las tardes-noches de verano se sentaban junto a nosotros en las mesas de fuera. Nos calaron enseguida. Pero eran gente abierta y discreta (los de aviación siempre han presumido conocer mundo), que hacían fácil la convivencia sin roces. Los tiempos estaban cambiando.

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Trebujena


Trebujena es un rincón sagrado de nuestra memoria. Un sitio que nos producía la admiración asombrada de saber que allí no ser comunista estaba casi mal visto.

Con Trebujena nos ligó además la compañía del grupo integrado en el núcleo de Juventudes en el Coloma durante el curso 75-76. Allí nos frecuentamos también con otros camaradas que ni siquiera estudiaban en el instituto, pero que acudían para charlar un rato con nosotros antes de marcharse juntos al “Punto”, el puente bajo la carretera de circunvalación a la altura del hospital (entonces La Residencia), desde donde hacían autoestop de vuelta a su pueblo.

Esto, y más tarde las andanzas en la organización provincial de las Juventudes, nos unieron para siempre a gente como el Rivi, Miguel Diánez, Manolo Romero, Toñi la cartera, la Encarna, Pepe Chamorro, el Obispo…

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Casas en libertad


Antes de abrirse la Casa del Partido en la calle Juan de Torres funcionaron como espacios de libertad algunas casas de camaradas que o bien ya vivían con independencia, o disfrutaban del privilegio de contar con padres y madres sabedores y hasta protectores de sus andanzas.

La primera fue la de Blanca Alcántara y José Manuel Sanz en la calle Ávila. Fue el referente de la primera organización de las Juventudes, de los primeros comités locales en torno a una casi adolescente casada y primeriza, que simultaneaba su embarazo con reuniones a primeras horas de la tarde en el bochorno del verano del 76.

La que más frecuentamos fue la casa del Férrum en la calle Sol, con el Manuel metido ya hasta sus espesas cejas en el sindicato de banca de Comisiones, con María y Miguel todavía niños, y con otra María que nos acogía siempre con su sonrisa más amplia y que nos piropeaba el gusto de sabernos amigos y cómplices de sus hijos. El cuarto del Férrum fue un nido de muchas cosas. Allí nos iniciamos en el hábito de los dúos de guitarra, la suya y la de Juan Pino, con acompañamiento de bongos, palmas y cantos, hasta un instante antes de agotarle la paciencia al vecindario. A veces hasta un instante después.

También funcionó casi como un piso franco la casa de la Pepa en la barriada Las Viñas. Allí escribimos y pintamos con hoces y martillos, a mano y con rotulador rojo, varios cientos de pegatinas cortadas a mano, que una tarde de noviembre del 76 hicieron temblar las cabinas de teléfono de toda la ciudad con consignas tales como “Abajo el régimen monarco-fascista”. En la cita de seguridad de aquella correría se produjo la mayor caída que conocimos las Juventudes en Jerez. El Chema no pasó de comisaría. Pero tendríamos que pasar unos días de angustia antes de abrazarnos, a la salida de la cárcel de la Asunción, al Ramón Calvillo, al Saldaña, la Trini y el Férrum.

En la casa de Antonio el Barbas, en la calle Lecheras, y en la cama de la trastienda de la pescadería, abierta al patio interior, dormimos por puro gusto más de una noche. Pero esa casa llegó a servir también como un auténtico asilo político. Como ocurrió la noche en que se plantó en la puerta un camarada (¿quién se acuerda del nombre?) por no saber de mejor sitio para ocultarse de una amenaza de redada, después de andarse campo a través veintipico kilómetros desde Trebujena (!!!).

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El Perpetuo Socorro y otros lugares de la Iglesia


Los locales de la parroquia del Perpetuo Socorro son el sagrario de la izquierda en Jerez. Tanto que debería llamarse Parroquia del Perpetuo Socorro… Rojo.

Ya en los últimos años de Franco se convirtió en el sito más frecuentado para reuniones y asambleas, sobre todo cuando se trataba de congregar un cierto número de gente.

El rito era simple. Alguien se pasaba por la parroquia con alguna anticipación, a veces de pocas horas, buscaba al cura (¿os acordáis de las patillas de Serafín?) y le pedía un salón para el día D a la hora H. Ni siquiera nos pedía explicaciones. A veces nos recomendaba sutilmente prudencia, advirtiendo con técnicas de lenguaje poco menos que cifrado, que se habían visto más gabardinas de la cuenta en los últimos días.

Y llegado el momento, simplemente nos abría las puertas o nos daba las llaves del local asignado. Y allá nos metíamos en grupos sigilosos los treinta o los ochenta convocados.

Una vez en la sala había que cuidarse de no hablar demasiado alto y de entornar persianas o cortinas sin dejarse ver por las ventanas.

Era frecuente convivir con reuniones simultáneas de otras organizaciones, grupos cristianos, partidos o sindicatos. De manera que había tardes en que los locales del Perpetuo se convertían en una mezcla de palacio de congresos y hotel de los líos, con gente equivocándose de sala que no se atrevía siempre a preguntar abiertamente por los suyos, pero a quien se le aliviaba el agobio dándole las oportunas indicaciones sin dejarle terminar la pregunta. Por los pasillos nos cruzábamos sin saludarnos, respetuosos todavía con las normas de la clandestinidad.

El local quedaba guarro de colillas pero sin un solo papel delator. La salida, otra vez en grupos breves, era otra muestra de naturalidad vigilante.

En el Perpetuo celebramos infinidad de reuniones incluyendo importantes cónclaves de la organización provincial, con los gaditas quejándose de lo mucho que tenían que andar desde la estación de autobuses.

Como el Perpetuo, pero menos frecuentados por más pequeños, hubo otros locales de la Iglesia que también cobijaron muchas reuniones sujetas a un rito de uso similar. Los locales de San Rafael en El Chicle, con el cura José, los frecuentamos más con la JIC que con Juventudes. Ramón Calvillo recuerda allí una reunión del comité provincial a principios de septiembre del 76. Aquella tarde, por la calle Medina, escasos metros detrás de Ramón y cuando se dirigía a recoger a un grupo de Cádiz en la estación de autobuses, el Borrego se llevó al Bernal en su Vespino a comisaría. Por la plaza del Arenal pasó junto a Magdalena, tratando inútilmente de hacerle gestos de alerta con la mirada. En comisaría le dieron una buena tunda y lo soltaron a las tres horas, justito a tiempo de llegar por los pelos a la boda de un primo suyo.

También recurrimos alguna vez a los locales de Torresoto, abiertos por el bueno de Emilio López Pizarro. Juan Pedro recuerda que allí tuvo lugar un memorable análisis político pro-pro-pronunciado por el Chema Flores, que se cargó él solito la mitad de la reunión sin que nadie osase interrumpirlo: estaban todos doblados en el suelo de risa.

Más utilizados por los grupos cristianos, pero también refugio ocasional de otras organizaciones, fueron la Casa de Acción Católica en la calle San Cristóbal, hoy sede de la UNED, y los locales de la parroquia de San Pedro, con el cura Arriaza (el Larri) al mando.

Quienes nos sentimos de izquierdas contrajimos durante aquellos años y para siempre una deuda impagable con aquellos curas valientes. La bomba que (¿primavera del 77?) pusieron los fachas en el Perpetuo, testimonia hasta qué punto su compromiso democrático los pudo hacer blanco fácil para los acólitos del franquismo.

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La Casa del Partido


La Casa del PCE en la calle Juan de Torres se abrió incluso antes de la legalización (¿alguien se acuerda de exactamente cuándo?).

Para entonces, las Juventudes habían crecido hasta convertirse en una organización potente y numerosa. Pero empezaban a atisbarse las rutinas de lo que luego han sido las organizaciones políticas en democracia. Poco a poco, la burocracia iba pesando más y el activismo menos.

También empezaba a notarse un cambio en el tono de nuestras relaciones con “los viejos”. En el Partido se soportaba mal la idea de unas Juventudes que habían acunado y que ahora firmaba papeles y celebraba conferencias en las que declaraba sin tapujos su vocación de ejercer como una organización autónoma y con discurso propio. Hasta poco antes había predominado un sentimiento de admiración mutua. De los jóvenes hacia quienes habían vivido los años de mayor dureza del franquismo. De los viejos hacia aquella pandilla de adolescentes, cantarines y entusiastas, siempre dispuestos a tirar de espray o a regar panfletos.

Salvo que hubiese actos que lo impidiesen, ocupábamos habitualmente la planta de arriba, la más amplia y diáfana. Mientras que la planta baja, más oscura y compartimentada, alternaba ritmos de despacho y ambiente de cenáculo y era el reino de “los viejos”, lo nuestro se parecía más a lo que era en parte: un singular club juvenil, ruidoso y propenso al desorden, al que acudíamos también por el puro gusto de vernos. Encima teníamos el regalo de unos futbolines enfrente y del tinto peleón de Pepe Páez en el tabanco de la esquina.

En este breve triángulo vivimos muchas horas de los últimos meses felices de existencia de la Juventud Comunista en Jerez.

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Los Caracoles

San Antonio trabajaba por aquellos años de camarero en Los Caracoles. El solito servía con toda diligencia las mesas de su considerable terraza. Se cree que ganó su santa condición atendiendo pandillas como la nuestra, capaces de ocupar con todo desparpajo tres o cuatro mesas, en reuniones casi multitudinarias en torno a dos o tres cañas y un paquete de papas fritas.

El grupo variaba de composición, con gente que iba y venía y se quedaba o no, a veces engordando levemente la lista de cañas, otras gorroneando alguna de las ya servidas. Antes de marcharse, aunque no siempre, se dejaban caer con duros y pesetas que quedaban sobre la mesa como donación solidaria con los últimos en levantarse. A ellos les tocaba hacer balance y poner el resto. No siempre se cubrían los exiguos gastos. De manera que, a la hora de cobrar, San Antonio pasaba frecuentemente por nuevas pruebas de santidad. Era portentosa su habilidad para contar de un golpe de vista los duros y pesetas. A veces lo forzábamos a cuentas aparte de los más resabiados, de los que no se fiaban del éxito de la cuestación colectiva, por haber sufrido en exceso la obligación de cubrir sus déficits.

Los Caracoles fue otro de nuestros lugares de encuentro. Un sitio al que se acudía sabiendo de antemano, sobre todo los Sábados a mediodía, que allí se encontraría gente amiga, sentada o de paso. Un ágora ruidosa y bullente, que sólo se veía levemente silenciada cuando pasaba un Social entre codazos cómplices; unas veces sin mirarnos, despectivo; otras clavándonos a la silla con su descaro (¡aquellos ojos saltones de Enrique Salido!).

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Chile y Cuba


Nunca sentimos admiración por Rusia ni por ningún país del este. En cambio Cuba y Chile nos cautivaban.

La primera representaba la aventura heroica y victoriosa contra el imperialismo yanqui. Con el tiempo, la mayoría hemos aprendido a desmitificarla a medida que nos hacíamos más sensibles a las deficiencias democráticas de su régimen. Pero en aquellos años ni se nos ocurría cuestionarlo. Era un ejemplo aceptable de dictadura del proletariado, que diferenciábamos ostensiblemente de los estalinismos de Europa del este.

Chile era la imagen viva del pueblo mártir, sangre derramada que nos enardecía y rebelaba. También una sombra de duda acerca de la eficacia estratégica de la vía democrática al socialismo. Pero la idea de Chile siempre apelaba más a nuestros sentimientos que a nuestros análisis políticos.

Los dos fueron paisajes de nuestra memoria, geografías míticas que estuvieron presentes en nuestra poesía y en nuestras canciones. Teníamos banderas y pósters del Che y vibrábamos con los versos de Neruda y con el repertorio de Carlos Puebla, Violeta Parra, Víctor Jara o Quilapayún.

Por eso nos entusiasmamos cuando un buen día se plantó Ramón Calvillo en la sede diciendo que nos venía Inti Illimani. En pocos días se encargaron carteles, tamaño folio y en blanco y negro, con los que inundamos el centro y suscitamos una enorme expectación, que se vio colmada aquella luminosa mañana de Domingo en los jardines del Bosque, repletos de gente con pancartas y banderas esperando el que podría haber sido un concierto épico.

Pero los Inti Illimani no vinieron. Cuando se aproximaba la hora y el mosqueo se hizo insoportable, se improvisaron pancartas con el ruego “Compañeros de Inti Illimani, paraos aquí” con las que marcharon piquetes desesperados a la entrada de la ciudad por Cuatro Caminos y por El Altillo.

Pero los Inti Illimani no vinieron. Uno de los viejos del Partido se subió al escenario, pidió excusas como pudo y ofreció como alternativa improvisada la actuación de un cantautor local (no recuerdo su nombre), sin que las masas nos corrieran a gorrazos. Menos mal que el concierto se anunció gratis.

Nunca logramos desvelar el misterio de aquel chasco.

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viernes, 12 de septiembre de 2008

El programa del acto

Por acuerdo adoptado en el V Pleno del Comité Local de la UJCE-RT celebrado el pasado 3 de septiembre, el programa queda configurado más o menos conforme a la estructura que hemos venido anunciando casi desde el principio. De manera que, salvo imprevistos, esto es lo que os espera:

I.- Un primer momento para la recepción en el que se hará entrega del carnet de joven comunista temporalmente reconstituido-a.

II.- Un tiempo para el reencuentro ya con la primera cervecita en ristre, seguido inmediatamente del asalto al canapé y al pescao en adobo, siempre sin soltar la caña de cerveza.

III.- La asamblea, propiamente dicha, con el informe político-sentimental y el de organización y finanzas a cargo del comité, seguidos de las intervenciones que cada cual tenga a bien proferir, finalizada con la lectura y votación (se espera que unánime, a la búlgara) del Manifiesto de los-as “Ujotace-Temporalmente-Reconstituidos-as” y gloriosamente cerrada con el vibrante canto de La Internacional.

IV.- La presentación del disco “Canciones para una revolución aplazada” que nos regalamos (a última hora hemos decidido cambiar el primer título que se nos ocurrió, más blandito, por este otro, más cañero, propuesto por el camarada responsable del aparato de propaganda). Confiamos en poder adornar esta parte con alguna pieza interpretada en directo por alguien que llene el hueco que definitivamente nos deja Antonio Liaño (ya nos ha anunciado que no podremos contar con su musical y amiga presencia), más una especie de karaoke-pero-menos, a base de reafiliados-as de voz quebrada a base de cubatas, en disposición de pillarse el micro y competir a pleno pulmón y de tú a tú con Mercedes Sosa, Paco Ibáñez o Quilapayún.


Y hasta aquí el programa programado. Lo que nos siga deparando la fiesta a partir de entonces dependerá de factores tales como la fase del ciclo lunar en que nos hallemos (cuarto muy menguante, si no nos engaña el almanaque), las conjunciones planetarias que nos asistan, las batallitas que nos queden por contar y el nivel medio de alcohol en sangre que destilemos, con casi cualquier posible final imaginable. ¡¡¡¡Chán, tatachán, tatacháaaaaaan!!!!

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Para dar ambiente...

Aparte de las sorpresas que nos pueda deparar la imaginación de los camaradas del aparato de propaganda en funciones de decoración de interiores e exteriores (para disgusto del dueño del cátering, han llegado a amenazar con anunciarnos a golpe de pintadas), trabajamos en la confección de una serie de cositas con las que trataremos de darle calor y color al espacio que nos acoge:

I.- Una pancarta que colocaremos a la entrada del local para hacerlo reconocible. Como al sitio se accede por una calleja más bien poco al paso, colocaremos también algunos carteles improvisados que nos guíen desde las calles colindantes.

II.- El carnet de afiliado-a, confeso-a y convicto-a a la causa de los-as Ujotace-Temporalmente-Reconstituidos-as, que se entrega en la recepción.

III.- En la misma recepción habrá instalado un puesto de la denominada Asociación para la Prevención del Alzheimer Rojo, una variante de este temido mal epidemiológicamente constrastable en la antesala de la senectud de ex-jóvenes ex-comunistas, que nos propondrá algunos juegos de recuperación de la memoria a base de rellenar tarjetas que editaremos para la ocasión con recuerdos, anécdotas, dedicatorias o paridas similares. Posteriormente y de rato en rato, un “speaker” voluntario, o bien el-la propio-a autor-a del tarjetón, interrumpirá momentáneamente nuestros acalorados corrillos con la lectura pública de su contenido, incorporando con ello un singular elemento de animación al evento. Quienes evidencien un mayor grado de pérdida en sus facultades serán oportunamente iniciados en el tratamiento preventivo con algunos puzles de tres piezas.

IV.- Otra actividad a cargo de la susodicha entidad colaboradora será la exposición denominada “La Memoria de la UJCE-Jerez… cogida con pinzas”. Como su nombre indica, la cosa consistirá en colgar de un tendedero de tender, con pinzas de tender, algunos cartelones ilustrados con fotos y textos de los que ya tenemos colocados en el blog. Con artimaña tal, se espera ganar algún que otro lector despistado para gozo del Bernal, que el pobre se ha jartado de escribir sin que casi nadie le haga ni puñetero caso.

V.- Durante el transcurso de la fiesta es probable que nos veamos repentinamente asaltados por un fotógrafo voluntario, que promete darse trazas para improvisar un power point con el que podremos deleitarnos allí mismo (o no) y que sería posteriormente colgado para su descarga desde el blog o distribuido a todos-as los-as asistentes-as, a domicilio, a modo de álbum de imágenes para el recuerdo ad eternum del evento.

VI.- El aparato de propaganda trabaja también en otro power point, menos improvisado, con un menú de imágenes que combinará las pocas rescatables del blog con iconos de la época (Arias Navarro anunciando la muerte de Franco, Carrillo con peluca, etc., etc.), que será igualmente exhibido en el recinto.

VII.- En cuanto al disco, como se ha venido anunciando, será un doble CD con un total de 42 temas seleccionados de entre aquellos que hemos considerado que mejor reflejan nuestras emociones musicales de entonces (ver las últimas entradas de la sección ‘El Disco’). Se entregarán con un cuadernillo con todas las letras, una vez más por gentileza de la ya citada Asociación amiga de nuestra amenazada memoria.

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miércoles, 10 de septiembre de 2008

Rectificamos el presupuesto

Como ya hemos reservado el local (Plaza Cocheras), el papeo, el copeo y concretado algunas cosillas, hemos rehecho las cuentas.

Hemos tenido en cuenta un poco más algunos comentarios y sugerencias que nos han llegado. Entre ellas, las de los camaradas que vienen de fuera.

Nos ha parecido bien dejar el asunto en 60 euros.

Rectificar es de sabios.

A los que pusieron los 70 le devolveremos la diferencia cuando nos veamos.

Ingresad el dinero prontito por favor, porque lo que aun no hemos concretado es el número total de asistentes y es importante hacerlo.

Besitos del Ferrum

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Tiempos de hormonas revueltas, organización y cambios…

En una taberna, entre efluvios de vino peleón, humo de tabaco negro, y olores rancios cubiertos de serrín, un amigo me contó una historia. Desde la nebulosa que genera el tiempo, el pacto con la memoria le hizo recordar que hace años, allá por el verano de 1976, un amigo suyo tuvo una experiencia singular.

Resultó que ese amigo de mi amigo, por motivos que no alcanzó a recordar, necesitaba, o deseaba, un sitio donde desarrollar algunas actividades. Nadie mejor que el obispo de la ciudad para proporcionar algún local de los muchos ociosos con los que contaba la iglesia local. Ni corto ni perezoso, entrañable ingenuidad juvenil, se dirigió a la casa del prelado, una modesta finca, comparada con el palacio actual, situada en la plaza de San Marcos.


Se presentó el amigo de mi amigo en tan sacro lugar y preguntó directamente por el obispo. Era lógico que, cuando uno acude a una casa, se presente a su inquilino, obviedad aplastante para los pocos años del protagonista de esta historia. No obstante, cuentan que se montó un cierto revuelo entre la corte episcopal, que no estaba a acostumbrada a que un joven, casi un niño, se presentara sin que el motivo fuera pedir “caridad” para saciar el hambre, o “trabajo”, o hablar en nombre de cualquier corporación religiosa, y, en todo caso, interesarse sobre si se iba a autorizar o no el uso de los campanilleros en la próxima semana santa. Y estaba allí para la osada misión de pedir prestado, en usufructo, parte del glorioso patrimonio de la iglesia.

Al amigo de mi amigo no lo atendió el propio “pastor de la iglesia” jerezana, sino su más cercano colaborador, el vicario de la diócesis, que resultó ser párroco de la, por excelencia, iglesia gótica de Jerez, “gótico isabelino”, como de todos es sabido.

Las razones que mi amigo arguyó eran de tal naturaleza que conmovieron al mencionado cura: la vital necesidad que tenía un grupo de jóvenes de desarrollar la doctrina católica aprendida durante años, la inaplazable obligación de realizar una labor pastoral en el seno de la iglesia diocesana y el noble objetivo de acercar a la santa vida a los jóvenes jerezanos.

Cuentan algunos testigos que en un determinado momento al amigo de mi amigo se le escapó su afinidad con el “comunismo” pero que el vicario, ya en estado de éxtasis místico, contestó que “efectivamente el ecumenismo es un fin muy loable para la iglesia”.

En fin, el vicario mientras conversaban, se frotaba las manos, ese gesto tan típico del onanismo clerical, y se le encendían los ojos emocionado. Por fin, su larga carrera sacerdotal encontraba sentido y el Señor le enviaba las huestes necesarias para la cruzada evangelizadora. Así fue como al amigo de mi amigo se le cedió en uso un local perfectamente acondicionado en los aledaños de la mencionada iglesia gótica, en el centro del más recio jerezanismo católico…y como se instalaron en él.

Pronto se estableció un sistema de compensaciones, el cura párroco, en su ingenua necesidad de incorporar cambios, permitía determinadas licencias como fumar (no en exceso) u organizar guateques (vigilados por un cura), y los jóvenes amenizaban las misas con espíritu modernizador… había que cambiar la liturgia en previsión de cambios. Mi amigo apostillaba que, seguramente, sería emocionante cantar en plena eucaristía y ante el más recalcitrante Jerez, las letras de Miguel Hernández (algunos de los que amenizaron esas misas formaron después el grupo Guaren). “La juventud siempre empuja, la juventud siempre vence, y la salvación de España de su juventud depende”. Tan distinguido público no lo distinguía del Salmo XXX, como tampoco la marsellesa de la internacional.

Debo decir que los amigos del amigo de mi amigo, que ya eran unos “degenerados”, usaron esos locales para llenar hasta el frigorífico de “Mundos Obreros”, “Manifiestos Programas” y alguna “Nuestra Bandera” , fumaron a escondidas, hicieron sesiones clandestinas de elaboración de propaganda, y llegaron a facilitar en este local reuniones varias,¡ incluso del Comité Local de las Juventudes Comunistas¡. También se cuenta que hablaban del “amor libre” aunque no hay constancia documental de su práctica. El dictador aún estaba calentito y sus hijos montaban guardia en cada esquina.

Precisamente a raíz de una “panfletada", le llegó al cura párroco la advertencia de que en sus locales se reunía la horda roja, y que desde su “casa” se emitía propaganda canalla. Dice mi amigo a favor del cura que, como reacción, se limitó a cambiar la cerradura del local y se abstuvo de denuncia alguna. Tal vez fue buena voluntad o sencillamente miedo a hacer público el mayor de los ridículos entre su círculo más íntimo.

Quizá el momento que vivió el amigo de mi amigo era el propicio, quizá en ese momento todos y todas estaban en expectativa de cambio… La confluencia de hormonas descontroladas, voluntad firme, y, muchas veces miedo de unos jóvenes a los coletazos de la dictadura, junto a la necesidad de una parte de la sociedad de que el cambio no la pillara fuera de juego, hicieron posible esta aventura.

Mi amigo cuenta como su amigo aún está asombrado de haber logrado con tanta facilidad burlar a tan antigua institución. El amigo de mi amigo perdió parte del miedo al miedo el día que logró constatar que era posible “engañar” a los profesionales del engaño….pero es tal su miedo restante que prefiere que nadie conozca su identidad no sea que le cobren un impuesto especial por el uso indebido del patrimonio de la iglesia. Con esto de los concordatos y los aires Tridentinos de la iglesia actual nunca se sabe.

Y aunque siguen empeñados en invadir nuestras camas, nuestros colegios y declaraciones de la renta, y aunque aún siguen con cuentos de costillas y manzanas negándonos cualquier capacidad de evolución, algo tendrían que ver aquellos jóvenes y aquellos tiempos de nuestra historia, para que el jefe del estado ya no necesite la legitimidad del palio y el agua bendita y no tengamos que arrodillarnos al paso del “viático”.
ER GILITO

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martes, 9 de septiembre de 2008

Acta del V Plenario del Comité Local de la UJCE-RT (3 de septiembre de 2008)

A tres semanas y poco del evento y en lo que ya es prácticamente nuestra sede, el Club de Puertas del Sur, nos hemos reunido en nuestro V Pleno del Comité Local de la UJCE-RT:
- El Bernal
- El Calvillo, Ramón
- El Calvillo, Pedro (que se incorpora por primera vez)
- El Cristóbal
- El Férrum
- El Juan Pedro
- La Mamen
- El Manué
- El Márquez
- El Tecla

Excusan su ausencia:
- El Juanage (bregando con sus cosas artísticas)
- El Barbas (de vacaciones en Francia)
- El Chema (de vacaciones en Rusia)
(Como se comprueba, nuestros camaradas aprecian los destinos ligados en nuestro imaginario colectivo a la noble idea de la Revolución).

Ha sido quizás la reunión más seria que hemos tenido hasta ahora. Podría deberse esto bien a que se nos echa encima la asamblea y hay que ponerse las pilas, bien a la ausencia del Chema. El caso es que hemos ido al grano desde el principio.

I) El Acto

1. Queda definitivamente consagrada la estructura que habíamos definido casi desde el principio: Recepción, Reencuentro, Comida, Asamblea, Presentación del Disco y fin de fiesta incierto. Los detalles podéis consultarlo en las nuevas entradas a la sección “El Acto” en este mismo Blog.

2. La novedad más relevante es que lo haremos a mediodía (más correcto es decir que lo empezaremos a mediodía) y no por la noche. Es una deferencia que ha tenido a bien hacer el Comité a instancias de algunos-as de los-as invitados-as que nos vienen de fuera. Un modo de prevenirnos contra pérdidas de puntos en el carnet de conducir, aunque también podría ser un modo de poner a prueba las ganas de fiesta que tengamos con más horas por delante. El caso es que la cita será a las dos de la tarde del sábado 27 de septiembre, y no a las nueve o diez de la noche como hasta ahora veníamos imaginando.

3. En cuanto al sitio, casi con toda seguridad será un bodegón-catering en la Plaza de las Cocheras. Nos ha fallado a última hora el Doña Lola, en la Plaza Silos. Ocurre que la empresa con quien habíamos hecho gestiones ha tenido la desconsideración de venderlo hace escasas semanas, privándonos de la posibilidad de organizar una meada en masa justito en el emplazamiento de la antigua Comisaría. Esto no es que sea ya una empresa imposible, pero ahora nos veríamos obligados a aguantar la vejiga durante un tiempo que, en función de cómo tengamos de atinado el paso y de los chistes que cayesen por el camino, podría no ser inferior a los treinta o cuarenta minutos.

4. Hemos volcado algunas ideas acerca de los elementos que nos servirán de ambientación a la fiesta. Y desechado alguna otra que requería infraestructura o tiempo que ya no tenemos. Entre las viables están la pancarta para identificar el sitio, el carnet, algunas actividades que en la misma recepción nos propondrá la Asociación de Prevención del Alzheimer Rojo (una variante de la enfermedad que nos amenaza), la exposición denominada “La Memoria de la UJCE-Jerez… cogida con pinzas”, un reportaje fotográfico y probable álbum de recuerdo, un power point en preparación y el prometido disco de regalo. De nuevo podréis consultar los detalles en secciones aparte.


II) Las pelas que nos cuesta el acto

5. Hemos constatado ciertas dudas entre algunos-as invitados-as que nos han manifestado sutilmente que les parece excesiva la cuota de setenta euros.

6. No les faltaría razón si se tratase sólo de ir al gasto mínimo imprescindible para financiar el catering, que de hecho no va a pasar de los cuarenta o cuarenta y pico euros. Pero si le añadimos la barra libre (seis a ocho euros per cápita), el disco, editado a conciencia con carátula de diseño y el propio CD impreso para la ocasión (once a doce a euros) y lo que nos cuestan la pancarta, los carnets, el material impreso para la exposición y algún que otro imprevisto que nos puede caer, tenemos que de los setenta euros va a sobrar, si sobra, bien poco. Coincidimos en que estas cuentas hay que tratar de difundirlas.

7. Con todo, el Comité se muestra mayoritariamente de acuerdo en permitir alguna rebaja para quienes acudan en pareja y/o para quienes muestren con cierta convicción muchas ganas de vernos y poco bolsillo del que tirar. Es decir, que ejercemos como lo que somos: gente generosa, dispuesta a ganar cariño derramando solidaridad. La consigna es que nadie debe quedarse sin venir por miedo a no llegar a fin de mes.

8. Y fijamos un plazo límite para el paganini: Lunes 22 de septiembre, a cinco días del evento. Esa tarde nos volvemos a ver con el dato de quienes se han sumado definitivamente a la fiesta.

III) La cosa publicitaria

9. Abrimos una discusión interesante acerca del efecto que podría acarrear la reciente incorporación, que aceptamos de buen grado, de un conocido periodista y ex militante en varios sentidos de Juventudes, bien relacionado con toda suerte de medios de comunicación, sobre todo escrita.

10. La pregunta que nos hicimos fue la siguiente: ¿corremos algún riesgo de vernos un día una cosa en prensa dando cuenta de que preparamos lo que preparamos? La respuesta: afirmativo. Y a continuación otra pregunta: ¿deberíamos anticiparnos a este posible riesgo con alguna nota, anuncio o artículo emitido por el propio comité organizador, con el consiguiente mayor control de la información que nos parezca conveniente hacer pública? La respuesta: negativo.

11. La cuestión, en la que coincidimos mayoritariamente, es que no pretendemos hacer de esta fiesta un evento público, mediático o político. No estamos dispuestos a darle la razón a quien sospeche (que ya hay rumorología desatada en este sentido) que tras esta iniciativa se oculta el afán de promoción de nadie ni de nada.

12. Estamos organizando una reunión de amigos-as. Es cierto que entre los-as convocados-as hay gente más y menos amiga. Pero todos-as comparten un vínculo que no es sólo ni principalmente de orden político. Es algo que apela más al sentimiento de haber compartido una aventura que nos marcó cuando teníamos una edad en que este tipo de cosas te marcan. Y que por supuesto suscitó lazos de amistad que comprobamos, aunque sea de tarde en tarde, que se mantienen. Lo que queremos provocar con este encuentro es la feliz multiplicación de esta experiencia que revivimos y que nos revive cada vez que nos encontramos. Eso es todo. Y es mucho.

IV) ¿Actividad extra?

13. El Bernal plantea la posibilidad de hacer una serie de al menos dos encuentros previos al acto, con la específica misión de recabar testimonios que sirvan para reconstruir la memoria de dos momentos de la historia de Juventudes en Jerez poco representados en los textos colgados en el blog: la etapa primera y fundacional, principalmente nucleada en torno a lo que luego conocimos como el Grupo del Polígono; y la etapa tercera, la de la legalización, prolongada hasta la completa extinción de la organización ya casi en vísperas del referéndum de la OTAN.

14. La idea es reunir pequeños grupos de gente representativa de estos dos momentos, motivándolos para que vuelquen sus recuerdos de aquellos años y sintetizando luego el resultado de este ejercicio en algún artículo susceptible de ser colgado en el blog. Se trata, en suma, de completar en la medida de lo posible esta tarea de recuperación de nuestra memoria colectiva que nos hemos propuesto acometer.

15. Quedamos en coordinar estas posibles reuniones con José Antonio Márquez y Juan Pedro por la primera etapa, y con Pedro Calvillo por la tercera. Damos por hecho que la segunda, la que protagonizaron principalmente el grupo que coincidió en el Coloma durante el curso 75-76, sí está razonablemente bien relatada en el blog, aunque tampoco descartamos completamente un encuentro similar para este grupo.

16. Con todo, y aunque decidimos hacer un poder, no está del todo claro si serán viables estos encuentros antes de la fiesta.

Y esto fue todo.

Como podrá comprobarse, destilamos ya maneras de grupo maduro, con sentido de la responsabilidad, capaz de abordar serenamente debates sutiles, análisis refinados, decisiones complejas. Un tesoro por cuya captura los dioses se darían de tortas por elevarnos a las más altas cúpulas, las más altas cimas del Olimpo más vertiginoso.

Pero un grupo también que, cual San Antonio victorioso en combate contra las tentaciones del Maligno, ha decidido refugiarse ascéticamente en el tierno y cálido regazo de sus amores y amistades más recónditas.
Benditos-as seamos por los siglos de los siglos. Amén.

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lunes, 8 de septiembre de 2008

EL ORO DE MOSCU QUE NO LLEGA (Presupuesto)

Como ya se ha oido algun comentario al respecto de los 70 leros que hay que poner (que qué caro, que si caviar no por favor que soy alérgico a las huevas, que dónde está el oro de Moscú, etc...) quiero que sepáis que los cuatro pringaos y la pringá que pensaron en este detalle de la pasta gansa calcularon:

Unos 40 para la comida y alguna copilla.
Unos 15 para el disco (doble CD con su fundita y todo, muy mono oye)
Otros 15 para gastos de decoración, alguna logistica y que no falte.

De ahí la cantidad, excluidos trajecito de marinero y regalo de boda.

Lo que sobre (se presentará informe de gastos en la comida) se donará a una ONG.

A los pobres de solemnidad que quieran acudir al acto que expongan su caso y hablamos.

A los demás, que pien, que para eso está el blog o el móvil.

Y a los que quieran seguir criticando, sólo decirles: AGARRAOS que sois unos AGARRAOS!

Con cariño y sin mala fe,

El Ferrum

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domingo, 7 de septiembre de 2008

Nuestros camaradas de afuera

Nos ha salido un admirador,camarada, artista y famoso, de los que hacen los chistes del jueves... todo un lujo...
Este es su blog
Tiene cosas antiguas, como nosotros.... je je

Nos ha mandado este mensaje:
saludos
Mensaje o comentario: he visto con agrado vuestra pagina,animo,yo tambien,alla por el 76 estaba en la UJCE,tiempos aquellos
aun guardo fotos
por el bloj que tengo por ahi he puesto cosas de la JC.si buascas encontraras:
http://cazagra.blogspot.com/
salu que haya
Carlos

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